Uno de los elementos clave para educar y formar a los profesionales de la salud es conocer tanto la anatomía normal como la patológica. En el mundo real, la anatomía de cada paciente es diferente, así que con frecuencia la práctica de un cirujano con cadáveres humanos, modelos animales y maniquíes genéricos tiene poco que ver con el paciente real que tiene sobre la mesa de operaciones.
Los modelos de formación existentes tienen limitaciones significativas. Los cadáveres humanos escasean, proporcionan una gama patológica limitada y rara vez coinciden con la patología objeto de la formación. Además, no tienen la capacidad de respuesta de los tejidos vivos. Los modelos animales son útiles para aprender los principios de la cirugía (por ejemplo cortar, suturar, implantar o colocar dispositivos), pero no replican la anatomía humana. Los animales y los cadáveres son modelos de formación caros que requieren entornos controlados. Los maniquíes se limitan a recrear anatomía normal o genérica debido al alto costo de producir variaciones y a las limitaciones de las herramientas utilizadas para su producción en grandes volúmenes. Con la tecnología de impresión 3D avanzada, la creación de ejemplos realistas de anatomía humana es más rápida y económica que los métodos tradicionales de modelado médico.